La geología en el olivar
Por todos es conocido el área natural, con un patrimonio singular, en el que nos encontramos llamado Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara. Nuestra población, Carrascalejo de la Jara, es uno de los diecinueve municipios que lo componen, y por tanto podemos encontrar elementos geológicos que cuentan la historia de la tierra en este lugar.
Por todos es conocido el área natural, con un patrimonio singular, en el que nos encontramos llamado Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara. Nuestra población, Carrascalejo de la Jara, es uno de los diecinueve municipios que lo componen, y por tanto podemos encontrar elementos geológicos que cuentan la historia de la tierra en este lugar.
Nuestros olivares localizados en el termino municipal de Carrascalejo se encuentran localizados en la sierra de Altamira (cultivo tradicional de montaña, variedad Cornicabra) y en las llanuras del municipio (cultivo intensivo de variedad Picual y Cornicabra).
Si nos remontamos 600 millones de años, se conforma el anticlinal de Valdelacasa de acuerdo a la siguiente figura:
Arco de islas volcánicas con el mar interior (geoparque) y Gondwana (derecha).
Esto provoca la diversidad geológica de elementos que se localizan en nuestro término municipal de acuerdo con la siguiente composición actual:
OLIVAR 1: CULTIVO DE MONTAÑA EN LA “SIERRA DE ALTAMIRA”. VARIEDAD CORNICABRA
Situado en materiales del Grupo Ibor (Ediacárico terminal-Cámbrico inferior) originados en medios marinos profundos (lutitas y grauvacas) o más someros (areniscas y conglomerados), lo que nos da una idea de épocas con diferentes alturas del nivel del mar (grano más fino= medios más profundos).
Eso se debe principalmente a la orogenia Cadomiense: las placas tectónicas chocaron y produjeron elevaciones y formación de montañas. El territorio era un mar interior entre un gran continente (Gondwana) y un arco de islas volcánicas (la zona de Zafra en la actualidad), que se fue cerrando debido a esa orogenia y durante el resto del Cámbrico estuvo emergido –por encima del nivel del mar (por eso casi no hay rocas de esa edad en el geoparque).
En ocasiones pueden aparecer niveles de carbonatos (seguro que cerca hay alguna calera). Son los mismos en los que se formó la cueva de Castañar. No son estratos continuos, sino que aparecen como lentejones o cuentas de collar y de espesores variables. Es la primera vez en la Tierra que se acumulan carbonatos, debido a cambios físico-químicos de los océanos (aparecen justo después de grandes glaciaciones –eventos “Tierra bola de nieve, quizás relacionados con una supernova).
La aparición de esos carbonatos coincide además con el origen de los primeros animales con esqueleto, Cloudina (también Sinotubulites, Namacalathus, Namapoikia y otros). Antes teníamos solo organismos de cuerpo blando, como vendoténidos y sabellidítidos, pero al final del Ediacárico aparecieron estos organismos, precursores de la “explosión cámbrica”.
Este olivar es, por tanto, testigo de una emersión y de un paso crucial en la evolución, el origen de los esqueletos. Nuestra variedad Cornicabra, autóctona de la zona, muestra un notable rendimiento en su cultivo gozando de los elementos geológicos indicados más arriba. En relación con los valores nutricionales obtenidos de su AOVE, destaca el nivel de polifenoles muy por encima de la media y la estabilidad y nivel de frutado tan valorado y reconocido.
OLIVARES 2,3,4 y 5: VARIEDAD PICUAL - CORNICABRA
Estos olivares se encuentran en materiales algo más antiguos que el anterior. También aparecen rocas que nos indican diferentes profundidades (hacia la superficie: lutitas-areniscas-conglomerados) de aquel mar interior que era el geoparque.
En ellas pueden aparecer nódulos de fosfatos (“granos” de materiales oscuros) concentrados por procesos de retrabajamiento mecánico.
Reconstrucción del ecosistema marino a finales del Ediacárico; primer plano: Cloudina (derecha), vendoténidos (probables algas; centro) y sabellidítidos (posibles anélidos de cuerpo blando (derecha); estromatolitos en el plano medio (derecha).
En estos olivares cultivamos la variedad de Olivos Picual, y en menor medida Cornicabra. Si bien no se trata de una variedad autóctona del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara (variedad picual), los olivos demuestran un notable comportamiento en estos suelos llegando a producir rendimientos y factores organolépticos excepcionales. Requieren sistemas de riego automático programados y se encuentran a las “faldas” de la sierra de Altamira. Los AOVE’s obtenidos destacan en cuanto a nivel de frutado (categoría intenso), mínima acidez (generalmente 0,1) y alta concentración de vitamina E.
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Nuestro agradecimiento al Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, y en especial a D. José María Barrera (Director del Geoparque) y D. Iván Cortijo (Paleontólogo del Geoparque) por su contribución e impulso a la elaboración y difusión de este artículo.
También a Antonio Grajera por las espectaculares ilustraciones.
¡GRACIAS!