Injertando un Acebuche, el Olivo Silvestre
A menudo, sobre todo en terrenos sueltos y en los que predominan encinas, alcornoques o quejigos y que coinciden con terrenos de difícil acceso y que antiguamente fueron explotados, nos encontramos con una variedad de Olivo con un aspecto “diferente”, El Acebuche.
A menudo, sobre todo en terrenos sueltos y en los que predominan encinas, alcornoques o quejigos y que coinciden con terrenos de difícil acceso y que antiguamente fueron explotados, nos encontramos con una variedad de Olivo con un aspecto “diferente”, El Acebuche.
Tanto si ha sido cultivado como si aparece de manera espontanea, El Acebuche es el nombre que recibe el olivo en estado silvestre, es un árbol perenne y cuyas hojas se presentan de manera oval, con espinas en sus ramas y cuyos frutos, que reciben el nombre de Acebuchina, tienen un tamaño inferior a los frutos de olivo comunes.
Aunque el fruto, y posteriormente la elaboración de Aceite de Oliva de los mismos, es muy preciada y proporciona excelente cualidades organolépticas, vamos a aprender como injertar un Acebuche y por tanto convertirlo a una de nuestras variedades de olivo “domesticadas” alineándose así con el resto de árboles en el olivar. En nuestro caso injertamos el acebuche con nuestra variedad de Olivos Cornicabra.
PASOS:
1) Elegimos el punto de la rama del Acebuche en el que se desarrollará el injerto:
Esto significa que tendremos que disponer de un espacio suficiente para poder hacer un corte rectangular de unos 5 cm de alto X 3 de ancho y cuya zona inferior del corte no se desprenda de la corteza de la rama.
2) Elegir la “sabia” del olivo que formará parte del injerto y que convertirá al Acebuche en la variedad de olivo elegida. Para ello cortar una pequeña rama cuyo diámetro tenga a partir de 2 cm y posteriormente cortar el esqueje ligeramente inferior a la medida del corte realizado en el Acebuche y que será el “deposito” de este injerto.
3) Desprender de este esqueje la corteza que rodea a la rama y en este momento encajarla en el lugar del corte del acebuche para a continuación sellarla con la corteza original del mismo.
4) Poner una hoja de olivo, ligeramente sobresaliendo, entre la corteza y el injerto con objeto de proteger las yemas del mismo para no dañar el proceso cuando sea momento de liberar el injerto.
5) Es aconsejable reforzar el injerto rodeando una cinta adhesiva para garantizar que el proceso será efectivo y por tanto no se desprenderá el injerto realizado.
6) Mantener aproximadamente un mes la cina adhesiva colocada para a continuación desprenderla y quitar la corteza original dejando así el nuevo injerto como parte de su estructura.
Ya tendremos, por tanto, un olivo más de variedad Cornicabra en nuestro olivar armonizado con el resto de la plantación y que pasado un tiempo entrará a formar parte de la producción de nuestros monovarietales de Aceite de Oliva Virgen Extra.
Esta es una de las muchas técnicas que existen en cuanto a procesos de injerto de olivos, ¿La conocías?